domingo, 8 de febrero de 2009

miedo (II)


Siempre me han dado miedo los cementerios, me acuerdo cuando desde la ventana de mi habitación se veía el cementerio, me imaginaba a los zombis subiendo por la calle como si fuera una manifestación, con sus harapos y su caminar lento, no se porque miraba por esa ventana, quizás era para asegurarme de que lo que yo pensaba era mentira. Menos mal que nos cambiamos de casa.

Ahora tengo que pasar por delante, ya me voy acercando, veo sus cipreses altos y la luna detrás, ya se que no pasa nada, pero el corazón se me acelera y parece que se me va a salir por la boca.

Empiezo a correr, no tengo que mirar, me lo repito continuamente y aún así, igual que no podía evitar mirar por la ventana, no puedo evitar mirar a la derecha, a la cancela, a ver si hay alguien agarrado a ella, a ver si entre todos la tiran abajo, menos mal que yo sigo corriendo con el corazón en la boca, ellos son lentos y es imposible que me cojan.

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